MUJER DESCONOCIDA

 

En memoria del pintor

Camilo Mori

 

 

E

l automotor traerá tu figura

Yo seré aparentemente uno que te esperaba

Pasarás indiferente

pues jamás nos presentaron

 

Esta es una carta para tí

mujer desconocida

que viajas en primera clase

 

Moriré y no habremos cruzado palabra

      Nunca me besaste

      ni tomamos onces completas

con galletitas y torta     en el Café Riquet

      Podrías haber lucido hermosa

y yo muy elegante al estilo de los años veinte

Mas no será así

                            En verdad nunca fue

 

El automotor vendrá repleto de pasajeros

que viajan del interior hasta la ciudad

                 con prisa a sus trabajos

Tú no vendrás con ellos

 

Sonará un pitazo y otra vez

el andén quedará vacío

 

 

PINTOR ORUGA

  

 

"Hay tiempos de sequedad poética en que la inspiración se esconde y subimos a las columnas del miedo, pensando que perdimos la potencia. Hay tiempos en que vagamos en la soledad de vacíos sentimientos" Adamus

 

 

C

onverso  con la tela blanca, limpia como ventana.

Aún el aceite no ha violado su inmaculada superficie,

ni las sombras de mi mano han interrumpido su sueño perfecto. 

Como áspera piel de su conciencia, tatuaje mudo cubrirá mi frente de vuelos interrumpidos sólo por el murmullo de la soledad.

Fuí clavando el algodón sobre el bastidor que trajo la marea. La puerta no abría a parte alguna.  

Deslizé las palmas en la blanca cal y rastrillé recuerdos, ciertas rugosidades, antiguas fábulas.

Por fin se deslizó la oruga.

 

 

QUIMERA

 

“Pinto con ribetes negros

la acumulación de iconos

recogidos en el viaje”

Diario de un pintor

I

No experimentamos en plenitud

Y queremos alcanzar
Esa espiral de soles y nubes
Sobre el cuerpo ardiendo

Soñamos y vemos alejarse

Esfera de cristal tibio
Aquella quimera cada vez más distante

No es real

Pero es nuestra pasión
Al fin demuele y nos derrite
Calcina serafines
En burbuja de fuego

 

II

Viajo por el río en una caja de latón

Lunas de oro tocan las ventanas
Y albos fantasmas son sus pasajeros
 
Por cierto es un sueño
Alcanzar tantas alturas
La pluma excelsa
La sangre vertical
La luz al otro lado de la historia 

No soy el Caballero

Apenas un transeúnte de escalas interminables
Volantín  sin plumas
Estrella disecada al borde de la vida
 
III

Recorto los días como si fueran cristales
Calco palabras que el tiempo desgrana
Y plasmo  los números de un puzle secreto
 
Miras desde las sombras el contorno de la lumbre
Observas el devenir del hombre en su estructura
Sabes quién es quién en este viaje singular
 
Los fotogramas de la existencia
Se hicieron vida
En una caleta de pescadores
La luna tapizaba mi noche con puros sueños
 
Alguna vez bogaremos hacia el día perfecto
Y pintaremos la noche
Con las mejores palabras
Será un pincel tu lengua
Y mi poema una lanza
 
El marinero soñó
Alcanzar mares distantes
Tierras catedralíceas
Mas quedó para siempre
Sentado sobre sus libros
Amarrado a su faro y a sus grúas y a sus barcos inmóviles
Bajo la bruma azul de una quimera



(De: "QUIJOTE EN VALPARANOIA", 2008, libro inédito)